Para algunos, doblar papel es un ocio que no va más allá, mientras que para otros, es una gran expresión de arte, que refleja solo un aspecto de las múltiples posibilidades existentes al intercambiar las formas y el material, este último es el caso del artista plástico Javier Miranda, quien al descubrir desde muy pequeño su visión artística, generó un infinito amor hacia al origami.
Miranda fue representante de Venezuela en Japón durante nueve años en el área del origami, además, exponente en 14 congresos a nivel mundial. Luego de años de experiencia, la geometría y el color ahora son partícipes en sus rasgos de identidad visual.
El arte ha rondado en su mente desde temprana edad, sin embargo, algunas presiones sociales no le permitieron desenvolverse completamente en el área. Javier recorrió diversas carreras como la comunicación, publicidad, química y física pura, cada una de ellas influyó en una convergencia de saberes que en la actualidad pone en práctica para su vida personal y profesional.
Su inicio como artista se remonta al comenzar sus estudios en la escuela de artes Arturo Michelena, y posteriormente, al ejercer como periodista cultural en la revista 360° Turismo y Recreación, hasta el año 2015.
Artista Multipropósito
Pasear por las ideas de Pablo Picasso, Salvador Dalí, Caos y Leonardo Da Vinci, le permitió desarrollar un concepto, que parte en idea de que un artista contemporáneo debería permitirse crecer a partir de las distintas áreas que conllevan a su carrera, ser una mezcla de comunicador, ingeniero, publicista y arquitecto.
"Siempre debes buscar referentes en la vida, no solo como artista, también como ser humano. Y claro, cambiándolos con el tiempo, pues es parte de la evolución", expresó Javier Miranda.
Doblez de mental
La pasión por el origami le surgió a los 8 años, al doblar papel como momento de ocio y de expresión. Tiempo después, se inclinaría por el origami modular, un espacio más sistemático en el que se sintió cómodo, debido a que todas sus obras parten de esta disciplina y pasan a ser una "forma de doblar metal".
La escultura que Miranda recrea a partir del origami le permitió descubrir su gusto por el claroscuro en las figuras geométricas, una vista "poética" digna de admirar por el cambio tan peculiar de los colores y tonalidades.
Marcar con obras
Javier Miranda es creyente de que todo artista debería dejar un legado en el mundo, así sea pequeño, marcar a las personas con el arte es una forma de trascender ante la sociedad, pero sobretodo frente a su familia.
La educación es fundamental para ello, Miranda considera que siempre será oportuno querer reinventarse e innovar con ideas que surjan de lo aprendido, porque "si no te educas, caducas".
Próximamente, Miranda será ponente del foro de creatividad, en la Cumbre Internacional de Negocios 2020, un evento digital que apuesta a la formación de temas en distintas áreas como el marketing, emprendimiento, ventas e innovación.
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