Pasión, carisma, creatividad y energía desbordante que grita juventud, son palabras con las que se puede describir a Gabriel Aramendi. Un comunicador innato con gran visión y proyección, que desde muy temprana edad se ha integrado al mundo de la producción audiovisual.
En su infancia, Aramendi expresaba señales sobre la orientación de sus futuros proyectos, fantaseaba con la idea de tener su propia productora, llamada APA (Aramendi Producciones y Animaciones), en ella, jugaba con la idea de crear tarjetas de presentación y todo tipo de gráficos. Solo un sueño que durante algunos años estuvo en pausa por considerarse irreal.
"Soñaba con tener mi propia productora de cine, pero a medida que fui creciendo, me di cuenta que no era tan fácil. Sin embargo, mi gusto por las películas no se fue y decidí hacer contenido en otras áreas, pero siempre encaminado a mi gusto principal, que es contar historias", expresó.
De cruzrojista a productor audiovisual
Durante la pausa y búsqueda de un oficio "formal", la idea de estudiar medicina se acercaba cada vez más, y sin duda alguna integrarse a la cruz roja para aprender lo máximo posible antes de entrar a la universidad, fue una de las mejores decisiones que Aramendi pudo tomar.
Ser parte del grupo de difusión en la cruz roja, lo hizo retomar sus inicios y sentir esa gran pasión. Habilidades creativas y comunicativas se desarrollaron a través del tiempo, y junto a ellas la posibilidad de monetizarlas. Su agencia Grafilms Media de producción audiovisual surgió en el trayecto, en ella demostró que APA no era solo un sueño.
Existen diversas filosofías que acompañan a Aramendi en su travesía; una de ellas es su principal propósito: "contar historias" a través de cualquier medio, ya sea escrito o audiovisual, siempre buscará la manera de impactar y enseñar.
"Son varios los pensamientos que me acompañan, el principal sería contar historias, pero también hay más: Hacer lo mejor que se pueda con las herramientas que tenga en mano, y equivocarme en paz. No se trata de actuar sin pensar, sino de accionar sin miedo, porque es mejor equivocarse que arrepentirse por no haberlo hecho".
Toda persona tiene sus puntos de motivación, y Aramendi tiene referencias que lo han puesto a ver la creación y producción de contenido desde otra perspectiva. Tami Punch, Euge Oller, Rubenguo e Izhan son parte de la inspiración que lo ayuda a seguir trabajando por sus objetivos.
"Convertir ideas en películas" se ha vuelto un lema intrínseco de Gabriel, quién día a día se ha dedicado a explotar al máximo sus habilidades y creatividad, redireccionó sus estudios hacia la comunicación social, y demostró a sus 17 años, que no hay limites de edad para ser #cool y evolucionar.