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CAMINARTE: TEATRO QUE SALVA


Hace poco más de un año, recuerdo con nitidez haber leído un eslogan que marcó mis días consiguientes. Decía, con una carga de acervos sublimes: “Tu teatro te necesita. No te peles la función”, como recordándome que hube descuidado algo que me perteneció desde siempre. Por más que sumía mis días en estudios, intereses y particularidades, la primera oración de aquel grito de guerra hacía eco en mi mente. Me necesitaban en una parte. Y yo, como tantos otros, no estaba.


Tu teatro te necesita

Transcurrieron tres meses. Yo no seguía allí, pero sentía que acudiría pronto a mi teatro, porque-me-necesita. Así lo presentía, como un lirio rozando sutilmente mi brazo. Y sucedió. En enero de 2020, en la casa de la familia Minguett, conocí por fin a la organización que con más entrega, altruismo y entusiasmo promueve la movida teatral en la ciudad: Caminarte Teatro Valencia. Bajo la dirección de Daniel Méndez, un sabio viajero, artista y actor experimentado, la ola cultural cobró fuerza durante los últimos 6 años. Y se debe, en buena parte, a ellos. Lo comprendí más tarde.


Aquella primera vez, un grupo noble de artistas locales se reunieron para dar vida al evento Viento y prosa, llevado a cabo por la organización. Aproveché a dar numerosos vistazos alrededor, y el aire rebosaba de carisma original y compromiso, un compromiso para con el bien de Valencia como sociedad. Tras meditarlo un rato, concluí que la mejor manera de contribuir con la necesidad de mi teatro era ser parte de la función. Solamente así no me la perdería por nada del mundo. Apunté mi nombre a sus filas. Decidí bien.


No obstante, el año de mi elección jugó sus cartas más siniestras, lo cual me llevó a despedirme de las tablas por un tiempo. Mas llegó el momento de conocer la historia detrás de la movida teatral imperdible. Entonces, una mañana tranquila de octubre, poco después del martes 13, conversé con Daniel Méndez sobre el origen de la organización vanguardista del teatro valenciano y, más que curiosa, resultó para mí inspiradora. He aquí su evolución.


Arte caminante


Nacido en el seno de la organización Mochileros de Venezuela, Caminarte surgió de la necesidad imperiosa de intercambiar culturas nacionales a lo largo del país. Durante incontables viajes de bajo presupuesto por estados como Cojedes, Trujillo y Falcón, por el principio de la década de los 2010’s, ya el teatro viajero había vislumbrado algunos rincones del país. Pero no fue sino hasta 2014 que el concepto “Caminar con arte” se consolidó, concluyendo en el teatro que anda con paso firme hoy.


Mochileros de Venezuela en uno de sus viajes

“A nosotros se nos ocurrió formar a esos viajeros en las artes para que ellos generaran su ingreso en el viaje”, contó Daniel Méndez con un tono sereno e inspirador, como recordando los inicios de la organización. Ahora creí ver algunos estatuitas por Valencia cuando se presentan eventos multitudinarios, por aquellos días en que había algo de plenitud en la libertad. Estaban por todas partes. Eran una función andante.


Sigo hospedado en 2014, un ciclo solar marcado por el Hey Brother de Avicii. Aquel año, Caminarte dictó, entre el calor de la perfidia valenciana, su primer taller formativo, actividad que contó con la participación de foráneos provenientes del altivo estado Miranda, las lejanas tierras de Bolívar, la Gran Caracas y otras partes del país, impulsados por la novedosa movida artística que cobraba forma en la ciudad.

Malabarista viajero de Mochileros de Venezuela

Corrieron tres coloridos años llenos de altibajos, en los que la crisis venezolana se agravó estrepitosamente; esto obligó a la organización, hasta entonces viajera, a reducir el radio de sus andanzas hasta los límites del estado Carabobo, pese a que continúan recorriendo el mundo mediante todos sus actores. En 2017, Caminarte se estableció en Valencia… para cobrar todavía más fuerza.



A medida que escuchaba atento el relato de Méndez, noté un célebre aprecio al país tricolor. No es para menos, cuando de un viajero tan experimentado se habla. Unos minutos más tarde lo confesó:

“Mientras que veía teatro en Panamá también estudiaba. Entonces dije: voy a aplicar todo esto. Nunca mi visión, al estudiar fuera, fue quedarme en Panamá, sino venir a Venezuela e implementar los conocimientos adquiridos. Yo realmente le tengo mucho aprecio a mi país”, con palabras provenientes de lo más puro del corazón.

Elenco de Caminarte. A la derecha, Daniel Méndez

Una vez establecidos en Valencia, tras años de recorrer los destinos más desasistidos de la vasta Venezuela, Méndez reflexionó sobre diversas señales abstractas que mostraban un camino. Una historia rescatada por Mochileros de Venezuela en El Baúl, municipio Girardot, en el estado Cojedes, significó más que un relato inmortal para él. Intenté comprender más allá a qué se refería, pero solo obtuve datos misteriosos que unidos atemorizan un poco.


Isabela


En aquel pueblo del estado vecino vive un antiguo relato cautivador. Ocurrió en la casa de la familia Iturriza. Un suceso ocurrido a la hija de un poblador, ahora marcado para siempre, pasó de una generación a otra como Ulises a través de los mares. Me encantaría, de todo corazón, poder contarla hoy, pero de eso se encarga Caminarte. Desde el minuto en que Méndez escribió la obra basada en aquel hecho, respaldada por datos antropológicos e históricamente resguardados, tales como: una edición de El Cojo Ilustrado y el testamento de la familia Iturriza en Valencia, la organización teatral encontró su punta de lanza.


Reitero mi deseo de narrar aquella historia, más la moral pesa tanto como la sangre. Lo único que puedo contar: es que Isabela Iturriza, nuestra protagonista, cayó en los laureles de un amor imposible. Sumada a la expresión inherente de las artes, la inspiración de una vetusta historia, y el deseo inefable de rescatar a Venezuela desde otro cabo suelto, el director escribió la obra teatral titulada: Isabela, vestigios de que todo es posible, presentada por primera vez en el año 2017.

Actriz intérprete de Isabela Iturriza

Ambientada en la afrancesada Valencia del siglo XIX, Isabela no cuenta únicamente una historia de amor imposible, sino que también muestra implícita y explícitamente diversos temas sociales que nos caracterizan hoy día como sociedad… y no positivamente del todo. Tópicos como la lucha de clases, el feminismo de la época “que aún ha dañado la vida de la mujer en estos tiempos”, asegura Méndez, y la situación familiar de aquel tiempo están presentes en la cronología de la obra, digna de ser maestra. Al menos, así lo considero yo.



¡Tu teatro te necesita!


¡Valencia, ¿qué ha sucedido contigo? Si tantos dicen quererte y tan pocos lo demuestran! La lucha silenciosa entre clases sociales es cada vez más evidente para quien observa y escucha con atención. Ahora lo entiendo. “En Valencia, el que tiene años trabajando con el teatro se vuelve muy egocéntrico”, sentenció Méndez con la experiencia entre ambas manos. Al Caminarte iniciar con Isabela, estalló una bomba innovadora dentro del medio teatral, por el simple hecho de que algo realmente innovador destacó entre las calles de la ciudad.


Más que entretener, las artes escénicas de Caminarte se enfocaron principalmente en incrementar el valor cultural del teatro en Valencia, pues las butacas se mostraban cada semana más tristes. Los estereotipos que suelen rodear dicho arte eran otra maña moral qué atacar. Y se han destruido poco a poco, pero aún queda trabajo por hacer. “Hemos sido muy cuidadosos como organización. Hemos sido muy respetuosos con los estudiantes, con los planteamientos y con que el estudiante vea que esto no es un hobby para matar el tiempo”, expresó Méndez con seguridad. Las experiencias de sus espectadores, egresados y aliados lo respaldan. Incluso la mía.


Caminarte Teatro Valencia ha calado poco a poco en la aletargada Valencia de la actualidad, de la mejor manera posible, enfrentándose al desafío de una sociedad que devaluó el arte durante tantos largos años. Llegada la pandemia, las redes sociales han ayudado a no apagar la llama cultural encendida tiempo atrás.


Trabajar por incrementar el valor del artista es el motor de Méndez y sus aliados, sin doblegarse ante la dificultad en ningún momento. De repente una estatua se mueve entre los jardines del casco histórico, o en una esquina emblemática de Valencia, o en las escaleras del teatro latente. ¿Quiénes son? Ya lo sabes. ¡No te peles la función!

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